Cuenta la leyenda que el águila puede llegar a vivir hasta 70 años bajo un proceso característico de renovación. No obstante, cuando cumple los 40, su pico se curva más de la cuenta, sus uñas se vuelven demasiado largas y débiles, y le han crecido demasiadas plumas haciendo pesado su vuelo. Por lo tanto, no puede ni volar ni alimentarse bien, lo que lo lleva a tomar la valiente decisión de vivir o morir. 

Si decide vivir, el águila se refugiará en lo alto de una montaña y empezará a golpear su pico contra las rocas hasta arrancárselo. Cuando este le crece de nuevo, se arrancará sus viejas uñas y se desprenderá, una a una, sus envejecidas y excesivas plumas.

Así, tras un largo y doloroso proceso de 6 meses, se dice que él vuelve a rejuvenecer para así volar por los cielos durante unos 30 años más. 

El águila simboliza la altura, la conexión con lo divino debido a su proximidad al sol y, sobre todo, el principio de la espiritualidad. Establece el equilibrio entre lo mundano y lo espiritual.
Este como animal de poder enseña a ver los problemas con perspectiva, desde las alturas, como si fueras un mero espectador de una película.

En su leyenda enseña que todos debemos pasar por un proceso de renovación para poder enfrentar nuevos acontecimientos con más sabiduría y que aislarse muchas veces es necesario para evolucionar como personas. 

Según lo religioso, todo aquel que tenga al águila como animal de poder, tiene una gran responsabilidad en la vida, y es seguir el camino de la iluminación para iluminar a otros.
Desde pequeño he sentido algo particular por las águilas. Su vuelo, su seguridad, la disciplina la pasión, y sus historias me han hecho identificarme con él.

Después de una amplia selección y modificación y aproximadamente 20 diseños, les muestro el sello definitivo. Gracias a todos ustedes por confiar. 
¡Vamos por más!